Sigmund Freud
El legado de sus investigaciones no
se centra en la medicina como tal, sino que deben su reconocimiento histórico a
la elaboración de un método que
parte del inconsciente para tratar las enfermedades mentales: el
psicoanálisis.
Lo
Inconsciente
El término inconsciente es el más popular
del psicoanálisis, hasta el punto que identifica al psicoanálisis mismo. Los
psicoanalistas prefieren explicar el inconsciente como una dimensión de lo
psíquico, radicalmente diferenciada de la conciencia aunque
vinculada con ella, o también con las expresiones verbales del sujeto que se
infiltran a través del discurso. La
idea del inconsciente llega al psicoanálisis a través de dos caminos_: la filosofía y
la
psicología de la época. En síntesis, se
podría concebir lo inconsciente como una degradación de la conciencia.
Según la teoría psicoanalítica,
las representaciones del inconsciente tienen la particularidad de incidir de
manera decisiva en la vida psíquica del sujeto (neurosis);
son eficaces. Para los psicoanalistas, los síntomas propios de la neurosis o
la psicosis son
el efecto de algo que el sujeto no conoce, pero la suficientemente eficaz como
para contrariar la misma voluntad. Piénsese en un síntoma como el insomnio, en
que el propósito consciente de dormir, se ve obstaculizado por alguna
preocupación inconsciente.
Freud desatendió los
mecanismo de Edipo en el caos de las niñas, para limitarse a afirmar que el
complejo de castración ( es decir, el resentimiento por la ausencia del pene)
promueve su entrada al complejo de Edipo.
Sin desestimar el papel
importante de la sexualidad, muchos psicoanalistas posteriores han
reprochado a Freud el determinismo que concede a todo lo sexual en la
elaboración de su teoría. Si el hombre, al igual que el resto de los animales ,
es portador de instintos, tampoco es menos cierto que tienen unas necesidades
específicamente humanas derivadas de
su propia situación ante la naturaleza. Y una de ellas es ella afecto , que le
ayuda a afrontar situaciones nuevas en un mundo en el que constantemente ha de
asumir nuevas situaciones y renunciar a seguridades pasadas .
La necesidad física que
el niño pequeño siente hacia su madre- a esta edad sería prematuro hablar de
afecto- se justifica porque ésta es su único asidero frente a un mundo en el
que se siente perdido. Es esta necesidad ya que puede justificar, en última
estancia el complejo de Edipo, y no un impulso exclusivamente biológico.
Carl Jung
En 1907 conoce a Sigmund Freud. A pesar de la
estrecha amistad que trabaron, había desacuerdos entre ambos. Jung nunca
pudo aceptar la insistencia de Freud en que las causas de la represión no
podían ser otras que los traumas de tipo sexual. Realizó sus propias
teorías en torno a los procesos inconscientes y el análisis de los símbolos
oníricos.
Los conceptos de introversión y extroversión son jungianos. El introvertido se siente mejor en
el mundo interior de la reflexión y los sentimientos, mientras que el extrovertido prefiere el mundo de
los objetos y la sociedad con los demás. No hay introvertidos ni
extrovertidos puros, sino que cada quien suele preferir una actitud sobre la
otra y en general se desenvuelve de acuerdo con ella.
Tomando un
extrovertido se observará que su inconsciente presenta rasgos de introversión,
ya que todas las características de extroversión se manifiestan en el
consciente, mientras que las de la parte introvertida se relegan al
inconsciente.
Una de las contribuciones jungianas más
significativas a la psicología es la teoría de los tipos. Jung descubrió
que las personas conciben, sienten y viven el mundo de maneras fundamentalmente
diferentes.
EL INCONSCIENTE
El contenido del inconsciente personal
corresponde al concepto freudiano, remontándose al pasado del individuo.
El inconsciente colectivo es el concepto más innovador y
controvertido de la psicología jungiana. Jung define al inconsciente
colectivo como el centro de todo
el material psíquico se encuentra compartido por todas las épocas y todas las
culturas. Es colectivo y es común a todos, por ende, es uno.
De acuerdo con esto, nacemos con una
herencia psicológica y biológica, y ambos aspectos son determinantes de la
conducta y la experiencia. Considera que como los órganos del cuerpo han
evolucionado a través del tiempo, la mente también lo ha hecho. El
inconsciente colectivo, que se origina en la experiencia común a todas las
personas, también contiene materiales de nuestros antepasados pre humanos y
animales.
EL
ARQUETIPO
Los arquetipos son tendencias o predisposiciones heredadas para
responder al mundo de formas determinadas. Son representaciones de
energías instintivas del inconsciente colectivo.
Erick Erickson
Erikson integró el psicoanálisis clínico y
la antropología cultural matizando nuevos aspectos del desarrollo. Por un lado,
enfatizó la influencia de factores psicosociales y socioculturales en el
desarrollo del "Yo", y, por otro, propuso el desarrollo de la
identidad como sucesión de etapas diferenciadas entre las que existen períodos
de transición (crisis evolutivas), conceptualizando ocho crisis psicosociales o
etapas del desarrollo de la identidad hacia la síntesis del "Yo". Sus
ideas (en las que se percibe la influencia del enfoque de Freud, principalmente en las primeras
cuatro etapas) han tenido gran influencia en otros trabajos sobre las etapas en
la edad adulta.
Para Erik Erikson, el desarrollo infantil
de la "confianza básica'' en los adultos, desarrollada durante los
primeros años de vida, es el fundamento de todo el desarrollo social posterior.
Insistió en la importancia de lo que Piaget denominó estadio senso motor
del desarrollo, y corroboró la aseveración de que dicho estadio es el
fundamento imprescindible de un desarrollo social e intelectual normal.
En la adolescencia, etapa a la que prestó
también particular atención, la formación de la identidad es un foco de
atención primordial. Las personas a lo largo de su vida se preguntan
"¿quién soy yo?", pero esta pregunta en la adolescencia adquiere
características de crisis. Erikson caracteriza la adolescencia como un período
de confusión y angustia en que se experimenta con alternativas antes de optar
por una serie de valores y metas. Los adolescentes experimentan diversas
identidades en la familia, en la escuela, entre los compañeros, en los clubes o
en movimientos políticos. Durante este período, lo que los adolescentes
consideraron una vez como dado es ahora cuestionado; a través de un proceso de
búsqueda interior, cambian las características que definieron el yo en la niñez
y las combinan con nuevos compromisos. La búsqueda de la identidad es el rasgo
más destacado de la personalidad adolescente, y de su hallazgo depende el paso
a una edad adulta feliz y productiva.